- En Catemaco existe una dualidad representada por Dios y por el Diablo, pues mientras por un lado se conserva la religión católica, por el otro se imponen los brujos y satanistas
Miguel Salazar / Diario de Xalapa
Catemaco, Ver.- En pleno corazón de Catemaco, la Basílica de la Virgen del Carmen sobresale imponente y con una interesante historia que se mantiene viva desde el año 1664, de acuerdo con el guía de turistas y antropólogo de este municipio Elías Quero Herrera.
Además, la Iglesia recibe diariamente a un sinnúmero de creyentes católicos que incluso llegan del extranjero para disfrutar también de la cultura y de las tradiciones de la internacionalmente conocida como “tierra de brujos”.
En Catemaco existe una dualidad impresionante, representada por Dios y por el Diablo, pues mientras por un lado se conserva la religión católica, por el otro se imponen los brujos y satanistas, que continúan con la construcción de un templo en honor del “Rey de las tinieblas”, desde agosto de 2021.
¿Cuál es la historia de la Virgen del Carmen en Catemaco?
De acuerdo con el antropólogo, la historia de la basílica comenzó cuando se le apareció la Virgen a un pescador, allá por el año de 1664, en una cueva en El Tegal, a orillas de la laguna de Catemaco.
Esa aparición coincidió con una erupción registrada del volcán San Martín Tuxtla y se dice que la virgen dejó plasmados sus pies en una roca basáltica, que posteriormente se transformó en estatua, dentro de la cueva.
“A la Virgen se le relacionaba como una diosa del agua, pues el lago de Catemaco es uno de los más grandes de México y los prehispánicos le rendían de alguna manera culto a las entidades como dioses”, manifiesta.
Anteriormente, agrega, era conocida como “la Virgen del volcán”, por la cercanía de los volcanes de San Martín Tuxtla, Santa Marta y San Martín Pajapan; “el San Martín Tuxtla es el único activo y hacía erupción todavía en 1793. Dañó mucho en los municipios de Santiago Tuxtla y San Andrés Tuxtla, mientras que en Catemaco sacaban a pasear a la Virgen del Carmen y la gente pensó que las erupciones no llegaban por el poder que tenía”.
Virgen sería réplica de una de España
Otra versión sobre el hallazgo o aparición de la Virgen señala que un grupo de los misioneros carmelitas de Puebla, en su camino a Coatzacoalcos, se detuvieron en Catemaco a causa de lluvias intensas durante 1714 y que entre su equipaje llevaban una copia de la estatua de “Nuestra Señora del Monte Carmelo”, de Valencia, España.
Se dice que la imagen de la Virgen cautivó a los habitantes, quienes solicitaron que la dejaran en Catemaco.
Inicialmente, se tuvo a la Virgen en una construcción estilo palapa, que después fue convertida en una capilla de mampostería durante 1719. Posteriormente, fue declarada parroquia en 1896.
Más tarde, en 1953 comenzó la construcción de la iglesia actual y en 1964 el Vaticano le concedió el título de Basílica; a la fecha forma parte de la diócesis de San Andrés Tuxtla.
El aniversario de la Virgen del Carmen se conmemora cada 16 de julio y desde días antes comienza a recibir peregrinaciones que llegan de varios lugares del país y del extranjero.
De acuerdo con el antropólogo, a la Virgen del Carmen se le atribuyen varios milagros y curaciones, además de que sus creyentes le dejan ofrendas variadas, que pueden ser prendas o alhajas de oro, como muestra de agradecimiento. “Los milagros son muchos y son muy grandes y dependen de la fe de las personas. Los milagros van a ser tan grandes como el deseo que tengan de adherirse a esa imagen”, señala.
Basílica no conserva su aspecto original
La basílica de Catemaco no conserva su aspecto original; “a principios del siglo XX llegaron poblanos para darle una forma y estilo muy elegante y muy sofisticado”, señala el guía de turistas. “La iglesia ha sido depósito de fe de muchas personas, además de que también han llegado de Centroamérica para visitarla”, agrega. Además, la basílica es centro de reunión para los fieles católicos, que mantienen firme su fe, a pesar de la práctica de brujería y satanismo que suele llevarse a cabo en Catemaco
“En este lugar se tiene firme la ideología de que hay un Dios y un Diablo, lo que ocurre en Catemaco es el hecho de que esa dualidad permite la convivencia de los creyentes de uno y otro lado sin que haya disputas o enfrentamientos”, destaca.
Un dato muy curioso consiste en que la basílica de Catemaco “es de las pocas iglesias en donde se ramea abiertamente dentro del recinto católico, lo que representa cierta relación entre la santería y el catolicismo”, puntualiza.